113 Hambre_y_Sed_de_Justicia__La_Doble_Búsqueda_del_Alma_y_la_Prome.m4a
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Mateo 5:6
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
Dios sacia nuestra hambre y sed
¿Cómo lo pasas cuando tienes hambre o sed?
El cuerpo humano necesita alimento y agua para mantenerse con vida.
Según una regla de supervivencia, una persona puede vivir tres minutos sin aire, tres horas sin refugio en temperaturas extremas, tres días sin agua y tres semanas sin comida. Así funciona el cuerpo físico… pero ¿qué ocurre con el alma?
Cuando una persona pasa días sin levantar su altar de adoración, sin buscar la Presencia de Dios, su alma comienza a secarse. La vida espiritual se vuelve débil, sin fuerza, ni propósito. Así como el cuerpo se deshidrata sin agua, el alma se marchita sin la comunión con el Señor.
Dios desea que su pueblo tenga hambre y sed de justicia, pero también que tengamos hambre y sed de Él, ya que nos quiere llenar con su Presencia, con su Palabra y con la plenitud de su Espíritu.
Dios no desea vernos vivir con una “dieta espiritual”, sobreviviendo con migajas de fe, sino rebosando en plenitud, experimentando la saciedad que sólo Cristo puede dar.
El alma que busca a Dios sinceramente, siempre será saciada. En su presencia hay descanso, paz y abundancia. Y quienes beben del Agua Viva nunca más vuelven a tener sed.
¿Buscarás la justicia y la presencia de Dios?
Buscale a Él y descansa en su Palabra Fiel.
Oración: Ven delante de Dios y
dile que despierte en tu corazón un verdadero hambre por su presencia. Pídele que te enseñe a buscarle con la misma necesidad con la que el cuerpo busca alimento y agua.
Pídele también que tu alma sea fortalecida cada día con la verdad de Su Palabra.
Reconoce que sólo Él puede saciar tu sed interior y traer plenitud a tu vida. Dios te bendiga. ¡Que tengas un buen día! Amén. ADP
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