Page de couverture de Cómo conocí a Franck Ribery, Arsène Wenger, Javier Zanetti (y probablemente a tu jugador favorito del FIFA) en una cena privada en Nueva York… y las 3 lecciones que me dejó esa noche

Cómo conocí a Franck Ribery, Arsène Wenger, Javier Zanetti (y probablemente a tu jugador favorito del FIFA) en una cena privada en Nueva York… y las 3 lecciones que me dejó esa noche

Cómo conocí a Franck Ribery, Arsène Wenger, Javier Zanetti (y probablemente a tu jugador favorito del FIFA) en una cena privada en Nueva York… y las 3 lecciones que me dejó esa noche

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Nueva York, una noche cualquiera.Wall Street iluminada, turistas sacando fotos, ejecutivos caminando a paso rápido.Yo avanzaba en dirección contraria, con el corazón acelerado: estaba a punto de entrar a una cena privada en Cipriani.Una vez lei que cada ciudad grande tiene salas ocultas.Esas que no aparecen en Google Maps, ni se anuncian en redes sociales.Son esos eventos privados, detrás de puertas pesadas, donde se sientan las personas que mueven industrias.Esa noche en Nueva York, tuve la oportunidad de entrar en una de ellas rodeado de Frank Ribery, Arsene Wenger, Javier Zanetti y probablemente tu leyenda del FIFA tambien.Lo surreal no fue verlos de cerca. Lo verdadero fue darme cuenta de las lecciones que cualquiera puede aplicar para entrar en salas así:Hay 3 cosas que necesitas tener en cuenta:Trascender Hoy is a reader-supported publication. To receive new posts and support my work, consider becoming a free or paid subscriber.1. Propuesta de valor (ok, quieres un pedazo del pastel… pero ¿qué traes a la mesa?)La industria del fútbol es trillonaria.Todo el mundo sabe que se ha convertido en un negocio, pero casi siempre esa frase viene cargada de cinismo: un futbolista que deja el club de su vida por uno que le paga mejor.Cuando estás dentro de una sala como Cipriani, lo ves distinto. Entiendes que el pastel es enorme y que hay lugar para todos. La porción que recibes depende del impacto de lo que ofreces.Por eso, la primera pregunta que recibes en esa mesa siempre es la misma:“¿Qué haces?”Ese instante define si eres espectador o protagonista.Mi respuesta fue clara:“Estoy construyendo una organización que ayude a atletas de alto rendimiento, agencias y organizaciones a migrar a Estados Unidos de manera efectiva—con la mira puesta en el Mundial de la FIFA 2026.”Porque si quieres un pedazo del pastel, primero tienes que demostrar qué traes a la mesa.Y ahí está mi visión: en la próxima década quiero transformar mi empresa en una de las 10 firmas de referencia para atletas, agencias y organizaciones que buscan migrar a EE.UU., ofreciendo el nivel de atención que merecen.Estar rodeado esa noche de agentes, directores técnicos, leyendas de la FIFA y corporativos fue un recordatorio de que voy en la dirección correcta.2. Networking con el fin en mente (si no sabes qué buscas, sales solo con un recuerdo)Stephen Covey lo resumió mejor que nadie: “Empieza con un fin en mente.”Esa noche entré al Cipriani con altas expectativas… y también con nervios. Llegué temprano, la sala ya estaba llena y la energía era imponente. Pensé: “ok, ya estoy aquí, toca romper el hielo.”Me acerqué a un par de personas y, para mi sorpresa, el primero al que saludé también era venezolano: hijo de embajadores en los 80s y 90s, hoy director de marketing en una empresa importante de la Costa Este. Eso me recordó que siempre hay conexiones inesperadas si te atreves a dar el primer paso.Minutos después, levanté la vista y vi a Javier Zanetti caminando frente a mí. No dudé. Lo salude con un “Javier!” y me dio la mano como uno mas. Y ni que decir del querido Frank Ribery. Muy silencioso, tranquilo y humilde el tipo.Más tarde, vi a Arsène Wenger entre la multitud. Este era uno de mis momentos soñados: el entrenador de Henry, Ljungberg y Pirès. Antes de acercarme, le pedí a un colega cerca que me ayudara a preparar la foto si Wenger aceptaba. Y funcionó: un saludo, un par de palabras, y un recuerdo que todavía me inspira.Y quizá el momento más gracioso fue charlar con Michel Salgado. Entre risas me dijo: “Vinicius está siendo muy mal asesorado, el pobre” y enseguida remató: “Ohh, olvídate de más fichajes”, justo cuando la prensa especulaba con que el Madrid traería dos o tres estrellas después del Mundial de Clubes.La lección: en eventos así, si esperas a que alguien te dé permiso para acercarte o te haga el puente, pierdes.Tienes que leer el momento, actuar con respeto, y moverte.No se trata de hacer networking forzado. Se trata de aprovechar el contexto. Si tú no entras en juego, eres solo un espectador más..Y aquí está lo poderoso: vivimos en 2025.So, there’s no more excuses. Tienes algo tan valioso que hace 100 años ni siquiera era opción para alguien que creció en Sudamérica o en cualquier otro lugar fuera de los “centros del mundo”. Hoy no importa si estás en EE.UU., Europa o Chile. Lo que importa es cómo aprovechas el entorno en el que estás.¿Cómo te acercas a los mejores en tu espacio? ¿Cómo haces que te noten? Eso es lo que realmente marca la diferencia.Y ahora todo pasa por internet. La red es la herramienta más poderosa que tenemos. Sí, la IA está avanzando como nunca, pero es internet la que lo hace posible: puedes mandar un correo, postear un tweet, subir un video… y cada acción puede acercarte a tu próxima gran sala.Thanks for reading Trascender Hoy! This post is public so feel free to share it.Cada vez que ...
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