#Argentina vivió una reacomodación política el 26 de octubre. El presidente #JavierMilei, con su partido La Libertad Avanza (LLA), logró una victoria legislativa decisiva que le otorga más del 40 % de los votos nacionales y amplía significativamente su presencia en el Congreso. 
El resultado no solo reconfigura el mapa político, sino que Milei lo interpreta como un rechazo rotundo a las propuestas "destructivas" del kirchnerismo y una ratificación de su camino radical. El revés opositor fue histórico, ya que el partido oficialista se impuso incluso en la Provincia de Buenos Aires, tradicional bastión peronista, con el 41.5 % de los votos. El propio presidente, que ahora se enfocará en las reformas para que Argentina "vuelva a ser grande", delineó planes hasta 2031, dejando entrever su intención de buscar la reelección.
A pesar del triunfo, la gobernabilidad de Milei en el Congreso dependerá de su capacidad de negociación. Aunque logró su principal objetivo de alcanzar la "minoría de bloqueo" en la Cámara de Diputados con 93 escaños, se queda a 36 asientos de la mayoría absoluta. El gobernador peronista Axel Kicillof rechazó la victoria, argumentando que el resultado es una señal del "enorme sufrimiento" por la pérdida de empleos. 
En diálogo con RED+ Noticias, Luciano Anzelini, doctor en Ciencias Sociales (UBA), profesor de relaciones internacionales (UBA-Unsam-UNQ-UTDT) señaló que la tradición histórica argentina es una sociedad que no acepta "así como así" reformas que quiten derechos. ¿Podrá Milei articular políticamente para evitar el traslado del conflicto a las calles?
La consolidación de Milei tiene una lectura geopolítica ineludible. El triunfo fue un alivio para la administración de #DonaldTrump, que había condicionado una “salvación financiera” de US$ 40.000 millones de dólares a un sólido desempeño electoral, en lo que no tiene “antecedentes” de intervención en 80 años. 
Analizamos con el Dr. Luciano Anzelini este "eje ideológico clave". El experto señala que el rescate económico de EE. UU. fue por razones geopolíticas, buscando el desplazamiento de China de áreas estratégicas en la región, y que Argentina se convierte en un "aliado estratégico" en el Cono Sur. ¿Este alineamiento sin matices con Washington es estratégico o expone al país a los vaivenes de la política exterior de Trump?