El desánimo es una de las armas más efectivas que el enemigo usa contra el pueblo de Dios. No aparece de repente, sino que se filtra a través de lo que vemos, oímos y experimentamos en la vida diaria. En esta charla de La Tertulia de Amigos, Carlos Reich y Jose Mederos abordan este tema con claridad, tomando como base el ejemplo de Nehemías y la reconstrucción del muro de Jerusalén. Dios nos ha creado con cuerpo, alma y espíritu, y el alma —que incluye emociones, voluntad e intelecto— puede ser minada por la información que recibimos constantemente. A continuación, compartimos los pasos clave para vencer el desánimo, con sus fundamentos bíblicos. Paso 1. Reconoce el origen del desánimo Nehemías observó personalmente los escombros y la destrucción (Nehemías 2:13-15). No negó la realidad. Reconocer el estado de las cosas es el primer paso. Versículo clave: “Vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalén está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego; venid y edifiquemos el muro de Jerusalén, y no estemos más en oprobio.” — Nehemías 2:17 Paso 2. Conserva una visión global y profética No basta con ver el problema. Nehemías recorrió toda la ciudad para entender completamente la situación. Un líder debe ver más allá del presente. Paso 3. Anima a otros con tu fe Nehemías no solo mantuvo su ánimo, sino que lo transmitió a otros. Versículo clave: “Entonces les declaré cómo la mano de mi Dios había sido buena sobre mí… Y dijeron: Levantémonos y edifiquemos. Así esforzaron sus manos para bien.” — Nehemías 2:18 Paso 4. No prestes oído al escarnio Los enemigos (Sambalat, Tobías, Gesem) intentaron desanimar al pueblo con burlas. Versículo clave: “¿Qué es esto que hacéis vosotros? ¿Os rebeláis contra el rey?” — Nehemías 2:19 Paso 5. Fortalécete en la verdad de Dios Vivimos en la era de la posverdad. Debemos aferrarnos a lo que Dios dice. Jesús dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida.” — Juan 14:6 Paso 6. No temas a la confrontación espiritual El desánimo muchas veces proviene de la oposición espiritual. Versículo clave: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades…” — Efesios 6:12 Paso 7. Ora continuamente Cuando el enemigo conspira, la respuesta es oración, no queja. Versículo clave: “Entonces oramos a nuestro Dios, y por causa de ellos pusimos guarda contra ellos de día y de noche.” — Nehemías 4:9 Paso 8. Cuida tu fuerza espiritual y física El desánimo también llega por agotamiento. Versículo clave: “Las fuerzas de los acarreadores se han debilitado, y el escombro es mucho, y no podemos edificar el muro.” — Nehemías 4:10 Paso 9. Fortalece el altar familiar Nehemías organizó al pueblo por familias, sabiendo que una familia unida fortalece la iglesia y la sociedad. Versículo clave: “Puse al pueblo por familias con sus espadas, con sus lanzas y con sus arcos.” — Nehemías 4:13 Paso 10. No temas, recuerda a Dios Nehemías recordó al pueblo quién es Dios y les llamó a pelear por su familia. Versículo clave: “No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas…” — Nehemías 4:14 Paso 11. Edifica con una mano y pelea con la otra Mientras edificaban, no bajaron la guardia. Trabajaban con una mano y tenían la espada en la otra. Versículo clave: “Los que edificaban… con una mano trabajaban en la obra, y en la otra tenían la espada.” — Nehemías 4:17 Paso 12. Mantente en la Palabra y en oración El desánimo se vence con lo básico: Biblia, oración, y si es posible, ayuno. Como dijo Carlos Reich: «No necesitamos nuevas revelaciones, necesitamos obedecer lo que ya sabemos.» Conclusión: ¡Tened ánimo! Jesús lo dijo muchas veces: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” — Juan 16:33 Si estás desanimado hoy, recuerda: Dios está contigo. ¡No permitas que minen tu ánimo! Toma la espada del Espíritu, mantén tu fe viva y sigue edificando el muro.
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