Épisodes

  • Thule, la sociedad secreta origen del Nazismo
    Sep 15 2025

    Se dice que toda historia empieza con un nombre, y el deesta sociedad no podía ser más evocador: Thule. Los antiguos griegos hablaban de una tierra mítica situada en el confín del mundo, más allá de los mares conocidos, en el límite del hielo y la bruma. Era el norte imposible, un lugarque nadie había alcanzado pero que estaba grabado en la memoria colectiva como símbolo de lo inalcanzable, de lo puro y remoto. Con el paso de los siglos, esa palabra fue tomando un tinte distinto: ya no era solo un confín geográfico, sino la idea de un origen perdido, la patria ancestral de un pueblo fuerte y primigenio.

    En el siglo XIX, cuando Europa se debatía entre revolucionesindustriales, ideologías nuevas y la sed de espiritualidad que muchos buscaban en sociedades secretas y corrientes esotéricas, Thule reapareció como un imán para los soñadores de lo oculto. La teosofía de Blavatsky hablaba de razas raíz y continentes desaparecidos como la Atlántida o Lemuria, y pronto hubo quien quiso ver en Thule la cuna de la raza aria, el lugar mítico del que habrían partido los ancestros germánicos. No era más que una leyenda vestida conropajes de pseudociencia y ocultismo, pero en un continente convulso, los mitos suelen ser más fuertes que los hechos.

    Y así llegamos a 1918, el año en que Alemania se hundió enla derrota de la Gran Guerra. Un imperio que se creía eterno se desmoronaba, millones de hombres volvían del frente derrotados y mutilados, la economía se desplomaba y las calles hervían de hambre y rabia. En Baviera, los comunistashabían proclamado una efímera república soviética, y la violencia teñía de sangre cada esquina. Era un tiempo en que las certezas se derrumbaban, y cuando las certezas caen, los mitos cobran fuerza. ¿A dónde aferrarse en medio de la ruina? Para algunos, la respuesta no estaba en la política ni en la ciencia, sino en un pasado idealizado, en un origen mítico que prometía devolver la dignidad perdida.

    Ese fue el caldo de cultivo en el que la palabra “Thule” resonó de nuevo, ya no como un eco clásico, sino como bandera de un grupo que quiso ser más que un club secreto: un refugio espiritual y político para quienes soñaban con el renacer de Alemania. Una sociedad que tomaría ese nombre ancestral para envolver su ideología de pureza racial, ocultismogermánico y odio al enemigo señalado. El mito antiguo, transformado por el dolor moderno, se convertiría en semilla de uno de los movimientos más peligrosos del siglo XX.

    Voir plus Voir moins
    53 min
  • Filipinas y el tesoro Japones
    Sep 7 2025

    Se cuenta que cuando la guerra en Asia se acercaba a su fin,el Imperio japonés ya no tenía nada que ganar y demasiado que perder, y aun así, entre las ruinas y los incendios, persistía un secreto que muchos historiadores llaman el oro fantasma de Asia, un botín colosal reunido en la llamada operación Golden Lily, el Lirio Dorado, una empresa tan clandestina queni siquiera todos los generales conocían su magnitud, porque no se trataba solo de lingotes arrancados de bancos y tesoros de estado, sino de reliquias milenarias, estatuas budistas, perlas, diamantes y cálices que habían pertenecido a templos, monasterios y palacios de China, Birmania o Malasia, todo empaquetado en cajas marcadas con ideogramas, cargado en barcos y enviado al corazón de Filipinas con la esperanza de que, si Japón caía, al menosquedara un tesoro con el que financiar un regreso o sostener a la familia imperial en las sombras.

    En ese tiempo la guerra en el Pacífico ya era un infierno,los bombarderos norteamericanos arrasaban ciudades enteras, los submarinos hundían navíos de abastecimiento y los aliados avanzaban desde el sur como un torrente que nadie podía detener, y sin embargo, bajo esa lluvia de hierro,hubo quienes trabajaban con mapas secretos, dinamita y túneles excavados en la selva, porque la orden era clara: enterrar el oro, sellar las cuevas, levantar trampas mortales que convirtieran aquellas montañas en tumbas para cualquiera que se atreviera a profanarlas. La figura del general Tomoyuki Yamashita, apodado el Tigre de Malasia por su fulgurante conquista de Singapur, quedó ligada para siempre a esta historia, pues era él quien tenía el mando de las fuerzas en Filipinas durante los últimos estertoresdel Imperio.

    Los rumores dicen que oficiales de alto rango y hastamiembros de la familia imperial participaron en el diseño de la operación, y que fue el príncipe Yasuhito Chichibu , hermano del emperador Hirohito, quien supervisó parte del plan, aunque aquí la historia ya se mezcla con la bruma de lo especulativo, porque lo que es seguro es que el pillaje japonés fue real, está documentado en cada país ocupado, lo que no está tan claro es la magnitud de lo enterrado en Filipinas y cuántas de esas cámaras llegaron a sellarse antes de la rendición.

    Imagina querido oyente etsa escena: la guerra perdida,soldados exhaustos cargando cajas pesadas en mitad de la jungla, ingenieros cerrando galerías con explosivos, monjes despojados de sus tesoros milenarios sin saber si alguna vez volverían a verlos, y un general que sabía que todo aquel esfuerzo quizá no serviría para cambiar el destino del Japón, pero sí para alimentar la leyenda de un oro maldito, escondido bajo la tierra tropical, esperando pacientemente a que la codicia humana volviera a abrir sus entrañas.

    Y así comienza nuestro relato, con un tesoro que no apareceen los libros de cuentas, pero sí en las pesadillas y ambiciones de presidentes, cazadores y dictadores, un oro fantasma que será la chispa de una de las historias más oscuras y fascinantes de la posguerra.


    Voir plus Voir moins
    54 min
  • Enoc y los Angeles caídos - El secreto borrado de la Biblia
    Aug 24 2025

    Hay libros que nacen para brillar y libros que nacen paraesconderse, escritos que se vuelven columnas del mundo y otros que, aun respirando la misma grandeza, quedan condenados a las sombras. El Libro de Enoc pertenece a esta segunda estirpe, la de los secretos demasiado peligrosos para estar al alcance de todos, la de las revelaciones que incomodan a los poderosos y despiertan más preguntas de las que dan respuestas. No es casualidad que su nombre se repita como un eco prohibido, ni que su figura aparezca como una grieta en la memoria sagrada de la humanidad, porque ahí donde la Biblia dice escuetamente que Enoc caminó con Dios y desapareció porque Dios se lo llevó,este libro nos abre un abismo lleno de ángeles caídos, gigantes devoradores y cielos repletos de fuego y misterio.

    Se cuenta que durante siglos este texto estuvo perdido parael mundo occidental, arrinconado en la tradición etíope, que lo guardó como quien custodia un tesoro de fuego. Mientras en Europa se alzaban catedrales y se discutía qué evangelios debían ser admitidos en la Biblia, allá en las tierras altas de Etiopía se recitaban aún las visiones de Enoc como parte vivade su fe. Y no fue hasta el siglo XVIII cuando un explorador escocés, James Bruce, lo rescató de aquellas montañas, regresando con varios manuscritos que causaron un temblor entre los eruditos de Europa. Era como si la tierra mismaentregara un fragmento olvidado del cielo, un pedazo de la memoria arrancada a propósito de la historia oficial.

    La pregunta que se abre es inevitable: ¿por qué fue expulsado de la Biblia? ¿Qué contenía que podía resultar tan incómodo? Si observamos con cuidado, descubrimos que el Libro de Enoc habla de rebeliones en los cielos, de seres divinos que descienden a la tierra para mezclarse con lashijas de los hombres, de secretos transmitidos que alteran el equilibrio del mundo. Un relato donde los vigilantes enseñan a los humanos las artes de los metales, de los encantamientos, de la astrología prohibida, y donde el castigo de los gigantes marca un antes y un después en la relación entre lo divino y lo humano.

    No es difícil entender entonces que este texto levantarasospechas en los guardianes del dogma, pues presentaba a los ángeles no como mensajeros perfectos sino como rebeldes capaces de caer, de amar, de enseñar yde ser condenados. La misma estructura del universo que el libro describe —con soles y lunas regidos por leyes inmutables, con puertas de vientos que sostienen el equilibrio de la creación— parecía abrir más puertas quecerrarlas, y quizá esa era la mayor amenaza: un conocimiento que no cabía en los muros de una fe cerrada.

    Desde su recuperación, el Libro de Enoc ha sido leído comoprofecía, como mito, como gnosis, como un mapa oculto del cosmos. Para algunos es una llave para comprender la raíz del cristianismo; para otros, un eco de los mitos sumerios y de la memoria atlante; y para no pocos, una confirmación de que lo que llamamos ángeles puede ser interpretado como visitantes de otros mundos. Sea como sea, lo cierto es que el mero hecho de que existiera y fuera prohibido le da un aura de misterio irresistible.

    Así comienza nuestro viaje: entrando en un libro queestuvo más de mil años enterrado en la penumbra, que reaparece como un río subterráneo que vuelve a salir a la luz, y que nos obliga a preguntarnos qué secretos guardaba el silencio de los siglos. Porque no es solo un texto antiguo: es la huella de una batalla espiritual, un espejo en el que resuena la pregunta más temida por cualquier poder establecido… ¿y si lo que nos ocultaron era precisamente lo que más necesitábamos saber?

    Voir plus Voir moins
    55 min
  • La colera dormida de la tierra: Volcanes 2ª parte
    Aug 18 2025

    Hubo un tiempo en que la Tierra aún no había aprendido a separarse. Todos los continentes formaban un único cuerpogigantesco llamado Pangea, como si el planeta aún estuviera abrazándose a sí mismo, sin decidir qué forma tomar. Era una época extraña, intermedia, una especie de adolescencia geológica en la que los reptiles dominaban los paisajesy los mares se extendían sin interrupciones. El Triásico llegaba a su fin, y con él, una calma engañosa.

    Porque debajo de aquella superficie inmensa y aparentemente estable, algo se estaba gestando.

    Hoy en día, si uno menciona las grandes extinciones de la historia de la Tierra, la mayoría piensa en la más famosa: la de los dinosaurios, hace 66 millones de años, cuando un meteorito impactó en lo que hoy es México y oscureció el cielo durante años. Otros quizá recuerden la extinción masiva del Pérmico, la mayor de todas, cuando casi el 90% de las especies desaparecieron.

    Pero hay una que rara vez se menciona. Una gran muerte silenciosa, como borrada del recuerdo colectivo. O quizá sea que ocurrió tan atrás en el tiempo, y de forma tan paulatina yprofunda, que apenas dejó fósiles lo bastante dramáticos como para capturar la imaginación humana. La extinción del Triásico-Jurásico, hace aproximadamente 201 millones de años, fue una muerte larga… ardiente… y subterránea.

    No llegó del cielo. No vino en forma de cometa, ni como un castigo divino desde las estrellas. No hubo impactovisible, ni cráter que sirva hoy de referencia. Lo que ocurrió entonces fue aún más inquietante: la Tierra decidió abrirse desde dentro.

    Y cuando lo hizo, lo cambió todo.

    Aquella fue una muerte sin rostro, sin ruido inmediato. Pero su eco retumba todavía en nuestros genes, en las piedras que pisamos y en la historia que aprendimos de los libros: porque fue ese evento, y no otro, el que le abrió el camino a los dinosaurios para que conquistaran el planeta. Si no hubiese ocurrido, si el fuego no hubiera arrasado primero, nunca habrían reinado. Nunca habrían dejado huellas. Y quizánosotros tampoco estaríamos aquí.

    ¿No es curioso? Que para que algo pueda nacer, otra cosa deba morir primero. Que el mundo tenga que reiniciarse,con dolor, cada cierto tiempo. Como si la vida se escribiera a base de capítulos... y cada capítulo empezara con una página en llamas.

    Y así, justo en el umbral de esa página ardiente, comienza nuestra historia.


    Voir plus Voir moins
    52 min
  • La colera dormida de la Tierra: Volcanes
    Aug 12 2025

    Hubo un tiempo en que la Tierra aún no había aprendido a separarse. Todos los continentes formaban un único cuerpogigantesco llamado Pangea, como si el planeta aún estuviera abrazándose a sí mismo, sin decidir qué forma tomar. Era una época extraña, intermedia, una especie de adolescencia geológica en la que los reptiles dominaban los paisajesy los mares se extendían sin interrupciones. El Triásico llegaba a su fin, y con él, una calma engañosa.

    Porque debajo de aquella superficie inmensa y aparentemente estable, algo se estaba gestando.

    Hoy en día, si uno menciona las grandes extinciones de la historia de la Tierra, la mayoría piensa en la más famosa: la de los dinosaurios, hace 66 millones de años, cuando un meteorito impactó en lo que hoy es México y oscureció el cielo durante años. Otros quizá recuerden la extinción masiva del Pérmico, la mayor de todas, cuando casi el 90% de las especies desaparecieron.

    Pero hay una que rara vez se menciona. Una gran muerte silenciosa, como borrada del recuerdo colectivo. O quizá sea que ocurrió tan atrás en el tiempo, y de forma tan paulatina yprofunda, que apenas dejó fósiles lo bastante dramáticos como para capturar la imaginación humana. La extinción del Triásico-Jurásico, hace aproximadamente 201 millones de años, fue una muerte larga… ardiente… y subterránea.

    No llegó del cielo. No vino en forma de cometa, ni como un castigo divino desde las estrellas. No hubo impactovisible, ni cráter que sirva hoy de referencia. Lo que ocurrió entonces fue aún más inquietante: la Tierra decidió abrirse desde dentro.

    Y cuando lo hizo, lo cambió todo.

    Aquella fue una muerte sin rostro, sin ruido inmediato. Pero su eco retumba todavía en nuestros genes, en las piedras que pisamos y en la historia que aprendimos de los libros: porque fue ese evento, y no otro, el que le abrió el camino a los dinosaurios para que conquistaran el planeta. Si no hubiese ocurrido, si el fuego no hubiera arrasado primero, nunca habrían reinado. Nunca habrían dejado huellas. Y quizánosotros tampoco estaríamos aquí.

    ¿No es curioso? Que para que algo pueda nacer, otra cosa deba morir primero. Que el mundo tenga que reiniciarse,con dolor, cada cierto tiempo. Como si la vida se escribiera a base de capítulos... y cada capítulo empezara con una página en llamas.

    Y así, justo en el umbral de esa página ardiente, comienza nuestra historia.


    Voir plus Voir moins
    55 min
  • Dorothy Louise Eady - Om Seti
    Aug 3 2025

    Hay historias que empiezan con una fecha, un lugar y unnombre. Y hay otras que comienzan con una caída. Literal. Como si el destino empujara a alguien para recordarle lo que había olvidado. La vida de Dorothy Louise Eady, más tarde conocida como Om Seti, pertenece sin duda a este segundotipo.

    Estamos en Londres, año 1907. Una niña de tres años juega en casa, revoloteando entre los muebles como cualquier criatura de su edad. Nada hace presagiar lo que va a ocurrir… hasta que un descuido, un traspié o quién sabe si algo más, la hace caer por unas escaleras de forma brutal. Queda inmóvil. Sus padres, aterrados, llaman al médico. Y este, tras examinarla, declara que la niña está muerta. Pero al poco tiempo, contra todo pronóstico, vuelve a la vida.

    Ese instante marca un antes y un después. Porque la Dorothyque se levanta del lecho no es del todo la misma que cayó. Algo se ha abierto, algo ha regresado con ella desde ese lugar al que por unos minutos viajó. Desde ese día, comienza a hablar de un “hogar” lejano, de un sitio que no está enInglaterra ni en esta época, un lugar lleno de columnas, de jardines de papiros, de sacerdotes y de templos bañados por el sol del desierto. Un lugar que los adultos a su alrededor no entienden… pero que ella identifica con una certeza inquebrantable: el Antiguo Egipto.

    A partir de entonces, los signos se multiplican. Tiene pesadillas, visiones, momentos en los que parece “irse” y hablar en otra lengua. Dibuja símbolos extraños que más tarde se identificarán como jeroglíficos, aunque ella no ha tenido jamás contacto con ellos. La pequeña empieza a decir frases que desconciertan a sus padres, como “quiero volver a mi casa verdadera”, “¿dónde está mi gente?” o “esto no es mi tiempo”.

    Los médicos hablan de trauma postraumático. Algunosfamiliares piensan que está inventando o que tiene una imaginación demasiado fértil. Pero Dorothy no duda. Cada palabra suya, cada gesto, está lleno de convicción. Algo dentro de ella se ha encendido, como una lámpara quellevaba siglos apagada.

    Es entonces cuando ocurre otro momento clave. En una visitaal Museo Británico, al llegar a la sala de antigüedades egipcias, la niña corre hacia una estatua de piedra, cae de rodillas, y comienza a besar sus pies. Sus padres, avergonzados, intentan apartarla, pero ella no quiereirse. Llora, suplica quedarse. Dice que “es su gente, su mundo, su hogar”. Y al mirar fijamente las imágenes de los faraones y dioses del Nilo, no lo hace con la curiosidad de una niña que aprende, sino con la emoción de alguien querecuerda.

    Aquella visita marcará el resto de su vida. Porque desde esemomento, Dorothy ya no será solo una niña británica con interés por la historia… sino una buscadora incansable, convencida de que su alma pertenecía a otra era. Y lo más desconcertante: no solo creía haber vivido en Egipto… sino que sabía con certeza quién había sido allí.

    Pero eso —su identidad pasada, sus memorias del templo, y el amor prohibido que cambiaría su destino— lo revelaría mucho más adelante. Lo que por ahora sabemos es que todo empezó con una caída. Y que a veces, para recordar lo que fuimos, hace falta morir un poco primero.


    Voir plus Voir moins
    55 min
  • El Juicio del Mono
    Jul 27 2025

    El calor es sofocante. No es un calor cualquiera: es denso,espeso, casi pegajoso. Un calor que se mete por los poros y se enrosca en los pensamientos. Es julio de 1925, y el sol de Tennessee se derrama sobre las calles polvorientas del pequeño pueblo de Dayton, como si quisiera ser testigode lo que allí va a ocurrir. Los ventiladores giran lentos en las ventanas, las cigarras cantan como si presintieran algo, y las miradas se concentran en un solo lugar: el juzgado del condado de Rhea.

    Hay algo extraño en el ambiente. Como si el pueblo entero sehubiera convertido en escenario. Los vendedores ambulantes han montado puestos con figuras de monos de peluche, los niños corretean con caretas de Darwin y las cámaras de los periódicos más importantes del país apuntan hacia la puerta del tribunal. Por primera vez en la historia, un juicio será retransmitido en directo por radio. No se juzga un asesinato, ni un robo, ni siquiera una estafa. Se juzga una idea.

    Y esa idea es poderosa, incómoda, peligrosa. Porquecuestiona el origen mismo del ser humano. Porque se atreve a decir que el hombre no fue creado de barro por un dios en seis días, sino que evolucionó, poco a poco, durante millones de años, a partir de formas de vida más simples.Y eso, en este rincón profundamente religioso del sur de Estados Unidos, no solo es escandaloso: es ilegal.

    El acusado es John Scopes, un joven maestro de ciencias que,según dicen, enseñó a sus alumnos la teoría de la evolución de Darwin. Pero eso, en realidad, es lo de menos. Porque John es apenas un peón. Lo que se juega aquí es mucho más grande: es una batalla entre dos visiones del mundo.Una que mira al cielo buscando respuestas eternas, y otra que excava en la tierra buscando huesos de nuestros antepasados. Una que se arrodilla ante la fe, y otra que se abraza a la razón.

    ¿Puede ser delito pensar? ¿Puede una teoría científica serperseguida como si fuera una herejía? ¿Y qué ocurre cuando una ley pretende dictar lo que se puede enseñar, lo que se puede creer, o lo que se puede imaginar?

    Este juicio no fue solo eso. Fue un espectáculo, una farsa,un grito, un espejo deformante donde América se miró a sí misma y no supo si reír, llorar o esconderse.
    Y aunque ocurrió hace ya un siglo, sus ecos aún resuenan. Porque los dilemas que encendieron aquel verano siguen vivos en nuestras escuelas, en nuestros debates, en nuestra forma de entender quiénes somos y de dónde venimos.

    Así empieza esta historia. Con un calor sofocante. Con unmaestro en el banquillo. Y con una idea que se niega a ser encadenada.


    Voir plus Voir moins
    54 min
  • Ecos de Humanidades Olvidadas
    Jul 20 2025

    En programas anteriores, nos sumergimos en las aguasturbulentas de la Atlántida… exploramos la tierra de los lemurianos… y nos asomamos al misterio de Mu. Allí descubrimos relatos de continentes sumergidos, culturas avanzadas, y civilizaciones que parecían salidas de un susurromitológico. Pero hoy… hoy queremos ir más allá.

    Porque si algo quedó flotando en el aire en todos esosrelatos… fue la sospecha de que, quizás, Atlántida, Lemuria y Mu no fueran simples islas perdidas, sino huellas dispersas de algo mucho más grande.De la posibilidad —tan fascinante como incómoda— de que no seamos la primera humanidad que ha caminado sobre la Tierra.

    Así que esta noche, en Los Misterios de la Historia, vamos adejar atrás los nombres propios y a adentrarnos en lo que podría ser la verdadera historia prohibida de nuestro planeta: la existencia de varias humanidades anteriores a la nuestra, algunas tan avanzadas que sus rastros todavía hoy nos desconciertan.

    Y para eso, vamos a asomarnos a piedras imposibles, túnelesexcavados en la roca viva, bloques gigantescos que desafían la física… y a una serie de enigmas arqueológicos que no encajan en los libros de historia.Lugares y vestigios que nos hacen preguntarnos, una y otra vez…

    ¿Existió otra humanidad?

    O, tal vez… ¿existieron muchas más?”


    Voir plus Voir moins
    55 min