
DIA 181 - Sanaré su Tierra
Échec de l'ajout au panier.
Échec de l'ajout à la liste d'envies.
Échec de la suppression de la liste d’envies.
Échec du suivi du balado
Ne plus suivre le balado a échoué
-
Narrateur(s):
-
Auteur(s):
À propos de cet audio
Hoy estaremos leyendo 2 Crónicas 7-8, Romanos 9:19-33 y el Salmo 104:1-7. En 2 Crónicas 7, después de la oración de dedicación, desciende fuego del cielo, consume las ofrendas y la gloria del Señor llena el templo, de tal manera que los sacerdotes no podían ni entrar. Es un momento impresionante que demuestra que cuando Dios es honrado, Él se manifiesta con poder. Dios luego le habla a Salomón y le da una advertencia y una promesa que hoy seguimos recordando: “Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla, ora, busca mi rostro y se aparta de su maldad, yo oiré desde el cielo, perdonaré sus pecados y restauraré su tierra” (7:14). En 2 Crónicas 8, vemos a Salomón consolidando su reino, construyendo ciudades, organizando el trabajo y estableciendo orden, todo en bendición, fruto de haber puesto a Dios en primer lugar.
Reflexiona: ¿Estás buscando la gloria de Dios en tu vida antes que cualquier otra cosa? ¿Estás caminando en obediencia para que la bendición sea sostenible y no momentánea?
En Romanos 9:19-33, Pablo continúa enseñando sobre la soberanía de Dios. Usa la metáfora del alfarero y el barro para recordar que Dios tiene derecho de moldear a cada persona según su propósito. Aunque esto puede parecer duro desde nuestra perspectiva humana, Pablo deja claro que Dios es justo y que muestra misericordia no por mérito humano, sino por su compasión. Además, Pablo afirma que los gentiles, que no buscaban justicia, la obtuvieron por fe, mientras que muchos en Israel, que buscaban justicia por obras, tropezaron con la piedra de tropiezo, que es Cristo.
Reflexiona: ¿Estás confiando en tus méritos o en la gracia de Dios? ¿Estás permitiendo que Dios te moldee según su voluntad, incluso cuando no lo entiendes?
En el Salmo 104:1-7, el salmista se maravilla de la grandeza de Dios reflejada en la creación. Habla de cómo Dios se viste de luz, extiende los cielos como una cortina y controla los mares y las aguas. Es un canto que despierta asombro, reverencia y adoración por un Dios que no solo es soberano sobre las personas, sino también sobre toda la creación.