Page de couverture de Cynthia Petion y Eddie Petion Audio de La Tortuga Económica Estrategias de Uruguay en Crisis

Cynthia Petion y Eddie Petion Audio de La Tortuga Económica Estrategias de Uruguay en Crisis

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Uruguay 2025-2029 crecimiento moderado, inflación bajo control y el desafío fiscalEn medio de un escenario internacional caracterizado por la desaceleración global, los cambios en la política monetaria de las grandes economías y la presión inflacionaria que afecta a gran parte de América Latina, Uruguay ha presentado sus proyecciones macroeconómicas para los próximos cinco años.El plan económico del gobierno se enfoca en tres variables fundamentales: crecimiento del PIB, evolución de la inflación y déficit fiscal. Cada una de ellas refleja tanto la visión optimista como los desafíos que enfrentará la economía uruguaya en un contexto de alta incertidumbre.Crecimiento económico: la apuesta por la prudenciaEl gobierno uruguayo proyecta un crecimiento del 3,5 % en 2025, un dato que supera las estimaciones privadas pero que se alinea con el optimismo del Banco Central del Uruguay (BCU). Este dinamismo inicial se sustenta en:Expansión del consumo privado, que recupera terreno gracias a la estabilidad de precios.Exportaciones de bienes y servicios, especialmente en sectores como agroindustria, forestación y logística.Mayor inversión privada, motivada por incentivos fiscales y confianza en la institucionalidad.No obstante, el mismo plan reconoce que este ritmo no será sostenible de manera indefinida. A partir de 2026, el crecimiento se moderará a niveles del 2,2 %-2,5 %, convergiendo con las previsiones de analistas internacionales y reflejando un escenario externo más desafiante.En otras palabras, el gobierno confía en un arranque fuerte pero admite que el “boom” inicial será seguido por un ciclo más moderado, lo cual no necesariamente es negativo: un crecimiento prudente puede garantizar mayor sostenibilidad a largo plazo.Inflación: dentro del rango meta y con credibilidad reforzadaUno de los logros más destacados de Uruguay en los últimos años ha sido su capacidad para mantener la inflación dentro del rango meta del BCU (3 %-6 %). En julio de 2025, el índice se ubicó en torno al 4,5 %, un nivel que combina estabilidad con previsibilidad.Este control inflacionario se explica por tres elementos:Política monetaria restrictiva: el BCU ha utilizado la tasa de interés como ancla, manteniendo la disciplina en un contexto donde otros países de la región enfrentan alzas de precios mucho más fuertes.Fortaleza institucional: la credibilidad del BCU y su autonomía consolidan expectativas, generando confianza tanto en inversionistas como en consumidores.Moderación en precios internacionales: la reducción en la volatilidad de los alimentos y la energía ayudó a contener los índices locales.Lo relevante es que tanto las expectativas privadas como las oficiales coinciden en que la inflación seguirá bajo control en los próximos años, ubicándose entre 4 % y 5 % hasta 2027. Para una región que históricamente ha sufrido de inestabilidad de precios, este resultado es un activo que refuerza la imagen de Uruguay como un país previsible y confiable.Déficit fiscal: el desafío de la disciplina presupuestariaSi bien el gobierno celebra el crecimiento y la estabilidad inflacionaria, el déficit fiscal sigue siendo una de las áreas más sensibles. Las proyecciones apuntan a que la deuda pública se mantendrá en torno al 60 % del PIB, una cifra considerada manejable pero que exige vigilancia constante.El Ejecutivo busca reducir gradualmente el déficit mediante tres estrategias:Consolidación fiscal progresiva, con mayor eficiencia en el gasto y control del presupuesto público.Impulso a los ingresos tributarios, producto de un crecimiento económico estable y mayor formalización.Políticas de endeudamiento prudente, evitando desbalances en el mediano plazo.El riesgo está en el contexto internacional: una desaceleración más profunda o un shock externo (caída de precios de exportación, alza de tasas internacionales) podría complicar estas metas, elevando el costo de financiamiento y forzando ajustes más duros.El contexto global: oportunidad y amenazaUruguay no es una isla. Su economía depende en gran medida de la dinámica de los mercados internacionales, de la evolución de Brasil y Argentina —sus principales socios comerciales— y de la estabilidad de los flujos financieros globales.El plan económico reconoce que el entorno internacional será menos favorable a partir de 2026, con menor crecimiento en China, volatilidad en EE.UU. y Europa, y riesgos de inflación persistente en varios países desarrollados.Esto significa que Uruguay deberá apoyarse en sus fortalezas internas: estabilidad institucional, confianza inversora y diversificación productiva. La estrategia apunta a que, incluso en un mundo más adverso, el país pueda mantener un ritmo de crecimiento positivo y una inflación bajo control.Factores estructurales: motores de la economía uruguayaMás allá de los números, el gobierno identifica algunos elementos que serán clave para sostener la ...
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