
DIA 174 - David Censa al Pueblo
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Hoy estaremos leyendo 1 Crónicas 21 y 22, Romanos 4 y el Salmo 102:1-7. En 1 Crónicas 21, David comete un error al censar al pueblo, confiando más en el número de sus soldados que en el poder de Dios. Este acto desata juicio, pero también muestra el corazón arrepentido de David, quien intercede por el pueblo. Es en este lugar donde luego se construirá el templo. En 1 Crónicas 22, David prepara los materiales para el templo y encarga a su hijo Salomón la tarea de edificarlo, porque él ha derramado mucha sangre en guerras. Le deja instrucciones claras y le anima a buscar a Dios con todo su corazón.
Reflexiona: ¿En qué estás confiando más: en tus recursos o en el Señor? ¿Estás preparando el camino para que otros continúen lo que Dios empezó contigo?
En Romanos 4, Pablo usa a Abraham como ejemplo para explicar que la justificación viene por la fe y no por las obras. Abraham fue considerado justo por creer en Dios, antes de la ley, antes de la circuncisión. Esa fe lo hizo amigo de Dios. Esta misma promesa de justificación se extiende a nosotros si creemos en aquel que resucitó a Jesús de los muertos. La salvación es y siempre ha sido por fe.
Reflexiona: ¿Estás descansando en tu fe o estás luchando por sentirte merecedor del amor de Dios? ¿Puedes creer hoy, como Abraham, que Dios puede hacer lo imposible?
En el Salmo 102:1-7, el salmista clama desde una profunda aflicción. Se siente desgastado, olvidado, quebrado. Su dolor es tan fuerte que se compara con cenizas y lágrimas como bebida. Pero en medio de su quebranto, sigue orando. Sigue levantando su voz a Dios. Este salmo nos enseña que incluso cuando estamos en lo más bajo, podemos clamar, y Dios inclina su oído.