
Hacerse mala sangre
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À propos de cet audio
El término “mala sangre” se utiliza generalmente para describir a personas de carácter irritable que suelen actuar con malas intenciones. Pero como muchas expresiones coloquiales, su definición se ha expandido para incluir otras condiciones negativas como la angustia y el rencor. En esos casos, para describir un estado de mente temporal, decimos que la persona se hace mala sangre. Por ejemplo, cuando alguien se enfurece por una acontecimiento que está fuera de su control, podemos aconsejarle que no vale la pena hacerse mala sangre.
El origen de este concepto probablemente se remonta a las épocas medievales, cuando se creía que varias dolencias como los dolores de cabeza y la pérdida de peso, entre otras, eran causadas por una corrupción de la sangre. A la vez, se pensaba que las emociones negativas como la ira y el odio contribuían a crear más “mala sangre”. Una de las terapias más populares para limpiar la sangre eran las sanguijuelas. Como el remedio era tan desagradable como el síntoma, es fácil de entender porqué, hasta el día de hoy, desaconsejamos hacer mala sangre.
Tanto en inglés como en español existen diferentes usos del término “bad blood”. Por ejemplo, en ambos idiomas, decir que “hay mala sangre” entre dos personas o grupos, significa que existe animosidad u hostilidad entre ellos. Pero el equivalente de la expresión hacerse mala sangre es “to have one’s blood boil” o “to get annoyed/worked up”.
https://www.newsinslowspanish.com/latino/series/expressions/21/82/transcript/1