• SEXTA CÁTEDRA - Antropologia Gnostica - Samael Aun Weor - Audiolibro capitulo 11

  • Aug 13 2022
  • Durée: 21 min
  • Podcast
Page de couverture de SEXTA CÁTEDRA - Antropologia Gnostica - Samael Aun Weor - Audiolibro capitulo 11

SEXTA CÁTEDRA - Antropologia Gnostica - Samael Aun Weor - Audiolibro capitulo 11

  • Résumé

  • Escrito por el maestro Samael Aun Weor
    Narración por Parsifal Flores Aguila

    en esta pagiuna encontraras la libreria de estos libros completos https://www.AudiolibrosGnosis.com

    Incuestionablemente la humanidad terrestre ha pasado
    por diversas fases de desenvolvimiento, y esto es algo que
    debemos analizar juiciosamente.
    Se habla de la evolución mecánica de la naturaleza, del hombre
    y del Cosmos. Desde el punto de vista antropológico hemos
    de comprender que existen dos clases de evolución. La
    primera se iniciaría obviamente con la cooperación sexual
    debidamente comprendida en todos y cada uno de sus
    aspectos. La segunda es diferente. Incuestionablemente, en
    principio la raza humana se multiplicaba en la misma forma
    en que las células se multiplican. Bien sabemos nosotros que el
    núcleo se divide en dos dentro de la célula viva, que
    especializa una determinada cantidad de citoplasma y
    materias inherentes para formar células nuevas. Las dos se
    dividen a su vez en otras dos, y así, mediante el proceso
    fisíparo, diríamos, de división celular, se desarrollan los
    organismos, se multiplican las células, etc.
    Si en principio los andróginos se dividían en dos, o en
    tres individuos, para reproducirse, más tarde todo eso
    cambió y hubo de prepararse el organismo para reproducirse
    posteriormente mediante la cooperación sexual. Obviamente
    fue en la Lemuria, continente situado otrora en el océano
    Indico, donde se realizaron los principales aspectos
    relacionados con la reproducción.
    En principio, los órganos creadores, el Lingam-Yoni, no se
    había todavía plenamente desarrollado. Se hacía necesario
    que estos órganos de la especie cristalizaran totalmente y
    se desenvolvieran, a fin de que más tarde, en el tiempo,
    pudiera realizarse concretamente la reproducción de la
    especie humana mediante cooperación sexual. Así que,
    conforme estos órganos masculino-femenino se fueron
    desarrollando, ya no diríamos en el ser humano meramente
    andrógino, sino hermafrodita, se sucedieron hechos bastante
    interesantes desde el punto de vista biológico y
    psicosomático.
    La célula fertilizante, por ejemplo, lograba hacer contacto con
    el óvulo y así tal célula-átomo se desprendía del organismo
    del Padre-Madre para desarrollarse y desenvolverse. Como
    consecuencia o corolario, mediante procesos muy
    delicados, devenía luego una nueva criatura.
    El segundo aspecto de esta cuestión fue también bastante
    interesante, si bien es cierto que en principio gérmenes
    vivientes se desprendían como radiación atómica para
    desarrollarse exteriormente y convertirse en nuevas criaturas.
    En el segundo hubo cierto cambio favorable. Podría decirse
    que el huevo fecundado, el óvulo que normalmente el sexo
    femenino elimina de sus ovarios cada mes, tenía cierta
    consistencia extraordinaria, era ya un huevo en sí mismo, en
    su constitución intrínseca. Un huevo fecundado interiormente
    dentro del Padre-Madre, dentro del hermafrodita, un huevo
    que al salir al mundo exterior podía desenvolverse o
    incubarse, hasta que al fin se abría para que una
    criatura emergiera de allí, criatura que se alimentaba con los
    pechos del Padre-Madre, y esto de por sí ya es bastante
    interesante.
    Mucho más tarde en el tiempo, fue notándose que ciertas
    criaturas devenían a la existencia con un órgano más
    desarrollado que otro. Al fin llegó el momento en que la
    humanidad se dividió en sexos opuestos. Cuando esto
    sucedió, cuando esto acaeció, entonces se necesitó la
    cooperación sexual para crear y volver nuevamente a crear.
    Las genealogías de Haeckel, con respecto al posible origen
    del hombre y, nuestras tres razas primordiales, no encajan
    dentro de la antropología materialista que hoy en día invade
    al mundo. Desgraciadamente son en verdad el hazmerreír
    de los antropólogos materialistas, enemigos de lo divinal.
    Ellos se burlan por igual, tanto de la genealogía de un
    Haeckel o de las genealogías para hablar en plural.
    Voir plus Voir moins

Ce que les auditeurs disent de SEXTA CÁTEDRA - Antropologia Gnostica - Samael Aun Weor - Audiolibro capitulo 11

Moyenne des évaluations de clients

Évaluations – Cliquez sur les onglets pour changer la source des évaluations.