Los insectos, fieles a su maestra, le concedieron la inmortalidad. Hoy, varias especies llevan su nombre: María Sibylla Merian convirtió. Sus libros se exhiben en museos de historia natural y bibliotecas universales. Y su figura crece como pionera doble: científica y artista, mujer que desobedeció a su tiempo y lo iluminó con alas de mariposa.
Allí donde otros veían gusanos, ella intuía misterio. Allí donde un ama de casa veía mariposas que molestaban la colada, ella veía una clave del universo En un tiempo en el que la gente creía que las larvas nacían de la podredumbre sin más, María veía la continuidad, la metamorfosis, el orden oculto de la vida.
Pionera audaz de la ciencia y el arte, María Sibylla Merian convirtió los insectos en eternidad cuando nadie se fijaba en ellos. Nacida en Fráncfort del Meno en pleno siglo XVII, desde niña crió gusanos de seda y descubrió con rigor la metamorfosis, en tiempos en que aún se creía que las larvas brotaban de la podredumbre. En 1675 publicó su primer libro: Nuevo libro de flores. Era un muestrario elegante, con tulipanes, rosas, jacintos, un lujo visual destinado a decorar las mesas burguesas. Pero ya en sus páginas había intrusos: pequeños insectos rondando los tallos, larvas escondidas en hojas, detalles que hablaban de otra mirada. Nadie en Europa pintaba así. Mientras los hombres de ciencia llenaban tratados en latín ilegible, María insertaba en los ramos domésticos un recordatorio de la vida microscópica que los sostenía. En 1685 rompió moldes al abandonar a su marido y refugiarse con sus hijas en una comunidad religiosa. Ya en Ámsterdam, quedó fascinada por mariposas tropicales y en 1699 viajó con su hija Dorothea a Surinam: allí estudió insectos, plantas y denunció la dureza de la esclavitud. Regresó enferma en 1701, pero en 1705 publicó Metamorfosis de los insectos de Surinam, obra cumbre de arte y ciencia. Murió en 1717, sin academias que la avalaran, pero con un legado pionero que abrió camino a la entomología moderna.
María Sibylla descubrió para el mundo que en los insectos también había belleza, fue una pionera absoluta en la botánica, fue una mujer, una diosa, una rebelde.
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