En los últimos episodios aprendimos que el trabajo es algo bueno porque Dios nos creó para eso. Pero también sabemos que la caída afectó toda la creación incluso el trabajo. Y que nuestra actitud frente al trabajo también es un factor importante: puede convertirse en un ídolo o todo lo contrario.

Este episodio, veremos respuestas a preguntas puntuales como: ¿Qué pasa si mi trabajo requiere que pierda la asistencia a la iglesia? ¿O qué hago si me piden que haga algo que no es ético o que va en contra de los mandatos de Dios en mi trabajo?

En el último episodio aprendimos que el trabajo es algo bueno porque Dios nos creó para eso. Pero también sabemos que la caída afectó toda la creación incluso el trabajo. Por eso, el trabajo es difícil y trabajamos en sistemas que están rotos. 

En este episodio, ahondaremos en cómo fue afectada nuestra actitud frente al trabajo. Podemos caer en la tentación de que el trabajo se convierta en un ídolo o podemos caer en la tentación de ser perezosos.  

Muchos cristianos luchan por entender el significado de su trabajo. Algunos piensan que solo trabajan para mantener a la familia, pero no tiene ningún valor fuera de eso. ¿Pero es eso cierto? ¿Cómo podemos trabajar para la gloria de Dios aunque el trabajo no tenga nada que ver con el ministerio o la iglesia?

Esta semana comenzamos una serie sobre una teología bíblica del trabajo. Y en este episodio, Eric nos ayuda a entender cómo era el trabajo antes de la caída y después de la caída, cuando el pecado entró en el mundo.